La seguridad social es la garantía constitucional que expresa por excelencia la función social del Estado, siendo la pensión una de las manifestaciones de este derecho fundamental. Es por ello, que la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) cautela el buen funcionamiento del Sistema Privado de Pensiones (SPP), dando el marco regulatorio para fomentar que se generen las mejores pensiones posibles para sus afiliados, cumpliendo así su mandato de protección social frente a los riesgos asociados a la vejez, la invalidez y el fallecimiento. Este mandato se realiza, cumpliendo el marco normativo que el Texto Único Ordenado de la Ley del SPP ha dispuesto para tal efecto.

Por ello, es importante que el afiliado reciba la orientación necesaria y oportuna que le permita tomar la mejor decisión para sí mismo y su grupo familiar, toda vez que la jubilación sustituirá parte de los ingresos que el afiliado percibía como trabajador activo. En tal sentido, y ante el contexto de una situación extraordinaria de retiro, es indispensable que se tome interés de cuáles son los factores que afectan el nivel futuro del ahorro previsional y de la pensión de jubilación.

Factores que afectan el nivel de la pensión de jubilación

Para la determinación del valor de una pensión de jubilación con base a la CIC de naturaleza intangible, intervienen una serie de aspectos, entre los cuales se pueden destacar:

1. La tasa de aportación: es el porcentaje de la remuneración que mensualmente se debe aportar a la CIC, que actualmente es de 10% del salario del trabajador. La modificación de esta tasa afecta directamente el nivel de acumulación de fondos para las pensiones de los afiliados, pues si se redujera la misma el monto de los aportes sería menor.
2. La rentabilidad: si bien la rentabilidad es un factor que depende - entre otros factores - del desempeño de la economía, es importante destacar que cuanto mayor sea la rentabilidad que un afiliado pueda obtener, mayor será su nivel de capitalización y, por tanto, su saldo de CIC se incrementará. Actualmente, los afiliados tienen la opción de elegir el nivel de riesgo que quieren asumir para sus fondos de pensiones, pudiendo optar por tres tipos de fondos: apreciación de capital (alto riesgo), balanceado (riesgo moderado) y preservación de Capital (bajo riesgo). En un fondo de pensiones, la rentabilidad se mide desde que un trabajador se afilia, mas no en lo que sucede en los últimos meses.
3. Densidad de cotizaciones: cuanto mayor regularidad pueda mostrar un afiliado en la realización de aportes, tiene mejores expectativas de recibir una pensión de jubilación mayor. Por ejemplo, si en el transcurso de diez años ha realizado 72 aportes (seis años), la densidad de cotizaciones será 60%.
4. Tiempo de permanencia / edad de afiliación o cotización: se refiere al número de años durante los cuales una persona puede potencialmente trabajar y, por tanto, generar ingresos para aportar al sistema de pensiones. Cuánto más joven sea el afiliado, su horizonte de aportes será mayor y también su capacidad para ahorrar. Desde otra perspectiva, mientras más tarde un afiliado empiece a aportar, menor serán los recursos que alcance a ahorrar.
5. Edad de jubilación: en vista que el valor de la pensión está en función al horizonte de vida, cuánto más joven se jubile una persona, mayor será la cantidad de recursos que se necesitarán distribuir a lo largo de ese tiempo. Esto se encuentra alineado con lo anterior, ya que mientras más tarde inicie el aporte, menor será el ahorro al momento de jubilarse.

Retiro del 25% de los fondos de pensiones

El pasado 1 de mayo de 2020, el Congreso de la República aprobó la Ley N° 31017 que dispuso que los afiliados al SPP, de forma voluntaria y extraordinaria, puedan retirar hasta el 25% del total de sus fondos acumulados en su CIC, estableciéndose como monto máximo de retiro al equivalente a tres unidades impositivas tributarias (UIT) (S/ 12,900) y como monto mínimo de retiro el equivalente a 1 UIT (S/ 4,300).

Si bien esta medida, en adición a los Decretos de Urgencia N° 033-200 034-2020 y 038-2020 aprobados por el Ejecutivo, tiene el objetivo de garantizar que los afiliados, activos y no activos, cuenten con liquidez suficiente para el sostenimiento de sus familias durante la emergencia sanitaria nacional, también llevan el potencial de afectar, en el largo plazo, la pensión de jubilación, así como la protección de los afiliados al SPP ante los riesgos asociados a la vejez, la invalidez y el fallecimiento.

La decisión de retirar: ¿qué ocurrirá con la futura pensión?

El ahorro previsional y la pensión de jubilación que será percibida por un afiliado guarda proporción directa con la trayectoria de los aportes efectuados durante toda su vida laboral y con los factores antes mencionados. Es por ello que, a mayor regularidad posible en la frecuencia de ejecución de aportes y a mayor tiempo de cotización, mejor será la pensión a recibir.

En ese sentido, los retiros prematuros de recursos de los fondos de pensiones afectan directamente a su futura pensión de los afiliados, porque al reducirse el monto acumulado que mantienen en su cuenta individual, se reduce también el monto mensual de la futura pensión.

En ese sentido, la pregunta que viene a colación es ¿cómo afectará el retiro a mi futura pensión? Naturalmente, no existe una respuesta única a esta interrogante, depende de la situación individual de cada afiliado. Sin embargo, los factores mencionados permiten efectuar aproximaciones al impacto que podría tener el retiro en la futura pensión a recibir. Algunas conclusiones generales que se desprenden en caso el afiliado decida retirar parte de su CIC:

1. Los afiliados jóvenes que recientemente se han incorporado al SPP y que tienen un tiempo bastante amplio para alcanzar la edad de jubilación presentarán una reducción mucho más leve en su pensión que afiliados mayores, pues el monto que retirarán será mucho menor y, potencialmente, tienen mayor tiempo para efectuar contribuciones al SPP que amortigüen el impacto del retiro. Ello no quita que a futuro se reduzca.
2. La densidad de cotización es una variable fundamental para la futura pensión del afiliado, pues densidades de cotización bajas exacerban el efecto de reducción de la pensión generada por el retiro del 25% de la CIC. Es importante considerar no solo la densidad de cotización actual, sino también la futura, puesto que, si esta se mantiene baja, la reducción de la pensión será aún mayor.
3. Los afiliados más expuestos a un impacto importante en la futura pensión son aquellos que tienen bajas densidades de cotización (menores a 60%) y el tiempo que le queda para alcanzar la jubilación es relativamente menor; es decir, que hayan superado la mitad de su vida laboral. En el peor de los casos podrían presentar una reducción de hasta casi en un cuarto (25%) de la pensión que hubieran recibido de no efectuar el retiro.

Cabe mencionar que, además de afectar la pensión de jubilación, el retiro también tendrá un impacto en una potencial pensión de invalidez y sobrevivencia, beneficios también ofrecidos por el SPP. El monto de esta pensión, cuyo pago está a cargo de la compañía de seguros, también sería menor por la reducción del monto acumulado en la CIC.

Por otro lado, actualmente nos encontramos en una coyuntura de alta incertidumbre generada por la pandemia del COVID-19, que ha generado una contracción en la economía mundial, así como en los fondos de pensiones. Por lo que, de optar por efectuar el retiro, este se realizará en momentos en que el valor cuota está disminuido, y se materializará en una pérdida real.

En ese sentido, antes de tomar la decisión de efectuar el retiro del 25% de la CIC, es importante tener en cuenta que la disposición de recursos hoy significa una menor pensión futura, por lo que es recomendable efectuar un análisis previo de la situación individual, considerando las variables y condiciones mencionadas.