El principal mandato de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) es velar por la estabilidad financiera. En este contexto, supervisa que las entidades reguladas cumplan con la normativa y estándares relacionados a solvencia y gestión de riesgos. El cumplimiento de ese marco normativo es el que permite que sean sólidas y sostenibles en el tiempo, de esa forma es que pueden cumplir su importante rol en la economía del país, así como con las obligaciones y compromisos que contraen con sus usuarios.
Dentro del sistema financiero, tenemos a las cajas municipales de ahorro y crédito (CMAC), que juegan un rol muy importante en la economía y en el sector de las microfinanzas. Estas entidades financieras cumplen una función clave en el proceso de inclusión financiera, a través de la provisión de servicios financieros descentralizados en todo el país; además, de impulsar la competencia en el sistema financiero. Por esta razón, su modernización y fortalecimiento son temas de permanente preocupación en la agenda de trabajo de la SBS.
En los últimos años, y a medida que el sistema de CMAC se fue expandiendo y consolidando, la SBS ha aprobado normas dirigidas a modernizar su gestión y a asegurar estándares mínimos de idoneidad técnica y moral para su personal directivo y gerencial.
El Congreso de la República no es ajeno a esta realidad. El Legislativo ha analizado y aprobado, en diversas oportunidades, iniciativas dirigidas a incorporar mejoras al marco normativo del sistema financiero. Este es el caso de la reciente Ley de fortalecimiento de las cajas municipales de ahorro y crédito para promover la competencia en beneficio de los consumidores, que fue observada por el Poder Ejecutivo y se espera retorne al Legislativo para su revisión. Durante su debate, la SBS apoyó la propuesta de ampliar las operaciones que pueden realizar estas entidades financieras -recibir depósitos a la vista y emitir sobregiros y cheques de gerencia-; pero, también manifestó su discrepancia con el artículo que establece que aquellas CMAC, con activos superiores a las 75 mil unidades impositivas tributarias (UIT), puedan automáticamente emitir tarjetas de crédito, sin ninguna autorización o pronunciamiento del supervisor.
Respecto a la emisión de tarjetas de crédito por las CMAC, la SBS considera necesaria la aplicación del proceso de autorización actualmente vigente. Sin una adecuada evaluación por parte del supervisor, que verifique el compromiso de la CMAC con el cumplimiento del marco normativo, se expondría a estas entidades a pérdidas financieras importantes que podrían afectar su solvencia y a sus ahorristas. Esto, debido a que el uso de tarjetas de crédito tiene asociados riesgos operacionales y crediticios diferentes a los riesgos de los productos que actualmente gestionan estas entidades.
También, hay que considerar que el tamaño de una empresa financiera (volumen de activos medido en UIT, por ejemplo) no asegura que se cuenten con la capacidades técnicas, tecnológicas y financieras para operar con productos que les son desconocidos (por ejemplo, productos derivados o tarjetas de crédito).
No tomar en cuenta lo señalado en el párrafo anterior, expondría también a estas entidades a un mayor riesgo de fraude, con la consiguiente afectación de sus clientes. Sobre el particular, la SBS, en su labor de supervisión, verifica el cumplimiento del Reglamento para la gestión de la seguridad de la información y la ciberseguridad (Resolución N° 504-2021), con la finalidad de que las entidades financieras estén en la capacidad de afrontar adecuadamente los riesgos de las operaciones para las cuales tuvieron en su momento la autorización respectiva.
A lo largo de los años, la SBS ha cuidado que el procedimiento de autorización para emitir tarjetas de crédito, por parte de la CMAC, asegure una adecuada gestión de estos riesgos (crediticios, operacionales y fraudes). En el año 2016, mediante el Reglamento para la ampliación de operaciones (Resolución N° 4465-2016), se estableció un procedimiento de autorización en dos etapas (desarrollo e implementación) para autorizar a las empresas supervisadas a expedir y administrar tarjetas de crédito, definiéndose una serie de requisitos que le permitía a la Superintendencia evaluar la capacidad de las entidades financieras para ofrecer este producto en condiciones idóneas a los usuarios.
Posteriormente, en el año 2021, se modificó este Reglamento para facilitar y agilizar el proceso, estableciendo un procedimiento simplificado con un plazo máximo de 30 días calendario, a fin de que el proceso de autorización para la expedición y administración de tarjetas de crédito sea proporcional a los riesgos que gestionan estas entidades financieras, sujeto al cumplimiento de las siguientes condiciones: acreditar una clasificación de riesgo en la categoría “B-” o superior en el último semestre; tener autorización para emitir tarjetas de débito; y contar con adecuada estructura organizativa, sistemas informáticos y cumplimiento de lo señalado en la regulación vigente en lo referido a la nueva operación. Asimismo, la revisión de los aspectos tecnológicos y de prevención del fraude recaen en la auto-evaluación de cada entidad financiera, que es remitida al supervisor para su validación; junto al informe de riesgos por nuevos productos y cambios importantes, y el estudio de factibilidad de mercado, financiero y de gestión.
Recientemente, se autorizó a la primera caja municipal, CMAC Cusco, a emitir tarjetas de crédito bajo este procedimiento simplificado. Por el momento, no hay ninguna otra CMAC que haya presentado su solicitud de autorización; sin embargo, se espera que poco a poco se sumen otras instituciones similares, considerando que algunas de ellas han manifestado su interés en prepararse para los compromisos que la norma de procedimiento simplificado exige. El crecimiento de las CMAC con nuevos productos siguiendo los procedimientos requeridos por el supervisor contribuirá con el crecimiento y desarrollo del sistema de CMAC y a impulsar una mayor competencia en el sistema financiero en general, cautelando su estabilidad y beneficiando a los usuarios de todo el país. Y, en este esfuerzo, también se hace necesario el apoyo del Congreso de la República.