La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha publicado el Informe de Estabilidad del Sistema Financiero (IESF), a través del cual presenta su visión sobre el panorama de la estabilidad del sistema financiero peruano, en el marco del monitoreo que realiza a los resultados de las políticas macroprudenciales. A continuación, presentamos un resumen del contenido del IESF – II noviembre 2022.
La economía global está experimentando un conjunto de desafíos que se podrían acentuar durante los próximos 12 meses. El nivel de inflación observado en 2022 ha sido el más elevado en las últimas décadas y, como respuesta a ello, la mayoría de los países vienen aumentando sus tasas de interés de manera significativa; se han incrementado los riesgos geopolíticos y los efectos de la pandemia del COVID-19 aún persisten. El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus proyecciones para 2022 y 2023, en octubre de este año, proyectando tasas de crecimiento para la economía global de 3.2% y 2.7%, respectivamente. Este menor crecimiento evidencia un conjunto de vulnerabilidades económicas que se espera afecten el desempeño de la actividad económica internacional.
La economía peruana crecería 3.0% en 2022 y 2023, según cifras oficiales, lo que constituye un ajuste a la baja en las proyecciones realizadas en junio de este año. No obstante, dicha tasa de crecimiento podría ser revisada a la baja ante la eventual materialización de riesgos externos y domésticos. Entre los principales riesgos, se destacan las condiciones monetarias más restrictivas, la incertidumbre política local, el aumento de los conflictos sociales y la posibilidad de que la ejecución del gasto público se rezague por un periodo mayor al previsto inicialmente.
El sistema financiero peruano continúa recuperándose, lo cual se evidencia en el crecimiento sostenido de la cartera crediticia para todos los tipos de crédito y en la recuperación de la rentabilidad, manteniendo niveles adecuados de capital. Los créditos sin considerar programas del gobierno[1] del sistema financiero registraron un crecimiento anual de 12.2% a agosto 2022. Al cierre de agosto 2022, el sistema financiero registró utilidades anualizadas de S/ 10,947 millones, por encima de los S/ 7,603 millones registrados a agosto 2021, lo cual muestra la recuperación a nivel agregado en la generación de resultados. El ROEA[2] a agosto 2022 ascendió a 14.5%, mayor al 4.6% de agosto 2021, pero por debajo de lo observado en pre pandemia (15.8%). Finalmente, el ratio de capital global promedio ascendió a 14.7% a agosto 2022, muy por encima del mínimo legal actual de 8.5%[3].
El ejercicio de estrés de solvencia muestra que el sistema financiero, en su conjunto, se mantendría resistente ante la evolución esperada de la economía, así como ante la eventual materialización de choques severos domésticos e internacionales. Ante escenarios macroeconómicos adversos, como los configurados en el ejercicio de estrés de solvencia de la SBS, el sistema financiero se mantiene resistente; así, el ratio de capital global del sistema financiero se situaría, en promedio, en 11.8% a junio de 2024 en el escenario de estrés severo, muy por encima del mínimo regulatorio. Los colchones de capital y provisiones mantenidos juegan un rol preponderante en la resistencia del sistema financiero peruano, los cuales se han fortalecido mediante el marco regulatorio establecido por la SBS en los últimos dos años, a través de mayores requerimientos de provisiones y capital, y de la exigencia de elementos de capital de mayor calidad, en línea con los estándares internacionales como el de Basilea III.
De otro lado, los resultados del ejercicio de estrés de riesgo climático de la SBS muestran que, bajo el escenario severo[4] de una economía sustentada en combustibles fósiles[5], eventos climáticos extremos asociados a precipitaciones y sequías tendrían un impacto marginal en la probabilidad de incumplimiento del sistema financiero peruano de 4.9%, en promedio, hacia el año 2050. Los efectos serían diferenciados por ubicación geográfica, afectando más severamente a la costa norte y sierra sur del Perú; así como por sector económico, siendo los más afectados los sectores de agricultura, transportes y comunicaciones, y comercio. Estos resultados constituyen una primera evaluación del impacto del riesgo climático en el sistema financiero peruano, que considera el impacto del riesgo físico en el riesgo de crédito a través del canal microeconómico.
Por su parte, los resultados del ejercicio de estrés de liquidez a un año muestran que, en general, las entidades son capaces de hacer frente a los flujos de salida, que se generarían ante choques severos, con el colchón de activos líquidos de alta calidad que poseen. En este sentido, se simularon tres escenarios de estrés de liquidez, severamente adverso, adverso y leve, observando que en el escenario severamente adverso las entidades presentan brechas acumuladas positivas, en los horizontes de uno y tres meses, que ascienden en promedio a 4% y 2% del total de pasivos del sistema financiero, respectivamente. La resistencia a choques de liquidez en la gran mayoría de entidades está sustentada en la adecuada distribución de activos y pasivos por plazos de vencimiento, en la estructura de fondeo bastante diversificada y en los activos líquidos de alta calidad que han ido constituyendo para cumplir con el requerimiento del ratio de cobertura de liquidez (RCL)[6].
Si bien el sistema financiero peruano resulta resistente a diversos choques simultáneos y severos, existen algunos riesgos que requieren una atención permanente y especializada para preservar la estabilidad financiera en el largo plazo. Uno de ellos es el riesgo asociado al nivel de endeudamiento de las empresas mayoristas del sector real en el Perú. Con el objeto de analizar dicho riesgo, se evalúa el nivel de endeudamiento de corto y largo plazo de más de seis mil empresas con ventas anuales mayores a S/ 20 millones[7]. 21. En particular, se encontró que el ratio de cobertura de gastos financieros aumentó de 2.13 a 2.21 entre el año 2020 y 2021, encontrándose por encima de 1 (nivel por debajo del cual las empresas no son capaces de cubrir sus gastos financieros con la utilidad operativa que generan). Asimismo, dicho ratio se mantiene por encima de este umbral, incluso ante un evento de estrés generalizado (en donde las empresas enfrentarían un incremento de la depreciación cambiaria, una reducción de sus utilidades y un incremento de sus gastos financieros). De otro lado, el ratio de apalancamiento disminuyó de 1.71 (año 2020) a 1.62 (año 2021).
Entre otros temas que resultan de importancia, se presentan los cambios normativos asociados a las modificaciones a la Ley General del Sistema Financiero (Ley N° 26702) introducidas por el Decreto Legislativo N° 1531, que han permitido continuar con el avance en la mejora de la calidad de capital regulatorio, en línea con el estándar de Basilea III, con el objetivo de fortalecer la solvencia y estabilidad del sistema financiero. En el mes de agosto, se pre publicaron los proyectos de nuevos reglamentos de deuda subordinada; de cómputo de reservas, utilidades, donaciones e instrumentos representativos de capital en el patrimonio efectivo; para el requerimiento de colchones de conservación, por ciclo económico y por riesgo por concentración de mercado; y para el requerimiento de patrimonio efectivo por riesgos adicionales. Asimismo, se realizaron modificaciones al reglamento para el requerimiento de patrimonio efectivo por riesgo de crédito; así como al Reporte 3 del Manual de Contabilidad para las Empresas del Sistema Financiero, que recoge los componentes del patrimonio efectivo. Estas modificaciones entran en vigencia a partir de enero de 2023, y constituyen importantes elementos regulatorios con el objetivo de preservar la estabilidad del sistema financiero.
Asimismo, se presenta un análisis sobre el incremento gradual de la tasa de interés de referencia del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), desde agosto 2021, y el impacto directo que ha tenido sobre las tasas de interés de nuevos desembolsos de créditos al segmento mayorista, las cuales han aumentado en magnitud similar. Utilizando información por operaciones, se encontró que, entre julio 2021 y julio 2022, la tasa de interés promedio en moneda nacional de los desembolsos de créditos corporativos se incrementó 5.0 pp, la de créditos a grandes empresas 4.9 pp y la de créditos a medianas empresas 6.2 pp, frente al 5.75 pp de aumento de la tasa de referencia en dicho periodo. Asimismo, se estimó que un total de 12 mil deudores mayoristas entre agosto 2021 y julio 2022, registraron un aumento de tasa de interés, ya sea a través de un nuevo desembolso o de un reajuste de tasa en una operación existente; lo que representa, en promedio, el 19% de los deudores mayoristas en dicho periodo.
Finalmente, se ha identificado que la siniestralidad del SISCO o seguro previsional, cuyo propósito es financiar una pensión de invalidez o sobrevivencia, así como los gastos de sepelio de los afiliados del Sistema Privado de Pensiones (SPP) y/o a sus beneficiarios, por motivo de la pandemia del COVID-19, se ha incrementado de manera considerable, ocasionando que el monto de siniestros pagados desde la primera licitación supere el monto de primas recaudadas. Esta mayor siniestralidad ocasionó que la prima promedio del SISCO V (periodo 2021-2022) se incremente de manera importante en comparación a las licitaciones anteriores; sin embargo, la siniestralidad de este contrato también fue elevada, alcanzando el 128%, lo cual implicó una mayor política de cesión del riesgo de parte de las compañías. Asimismo, durante este periodo, la Superintendencia desplegó medidas regulatorias que permitieron un mejor reconocimiento de gastos y requerimientos patrimoniales, los cuales se encontraban influenciados por la volatilidad de los siniestros ocasionados por la pandemia del COVID-19, reduciendo dicha volatilidad.
Puede acceder al IESF noviembre 2022 a través de este enlace:
https://www.sbs.gob.pe/estadisticas-y-publicaciones/publicaciones-/informe-de-estabilidad-del-sistema-financiero
[1] A agosto 2022, los créditos con garantías de programas del gobierno ascienden a S/ 29,354 millones (7.1% del total de créditos).
[2] Rentabilidad anualizada sobre el patrimonio promedio.
[3] Mediante DU N° 037-2021 se modificó el límite global de 10% a 8% por el periodo de abril 2021 a marzo 2022. Posteriormente, mediante el Decreto de Urgencia N° 003-2022, publicado el 26.03.2022, se señala que el límite global será de 8% hasta agosto de 2022 y de 8.5% desde setiembre de 2022.
[4] Este escenario contempla además la nula aplicación de políticas gubernamentales para mitigar los efectos de riesgo climático.
[5] Propuesto por la Fase 6 del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados (CMIP6) de las Naciones Unidas.
[6] Requerido a partir de enero 2014 de acuerdo con el Reglamento para la gestión del riesgo de liquidez aprobado por la Resolución SBS N° 9075-2012, mediante un cronograma gradual.
[7] Esta definición incluye a la mayoría de empresas corporativas y grandes (según la clasificación de tipo de crédito de la SBS) de todos los sectores de la actividad económica.