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Compra de deuda en el sistema financiero: en busca de los buenos clientes

A través de esta estrategia, las entidades financieras ofrecen menores tasas de interés y también la consolidación de deudas que estos puedan mantener en otras entidades.

La compra de deuda es una estrategia que utilizan algunas entidades del sistema financiero para captar clientes que muestran un buen comportamiento de pago. Así, para atraer a los clientes de otras entidades, estas les ofrecen mejores condiciones crediticias, principalmente, menores tasas de interés; pero, también, la consolidación de sus obligaciones en otras entidades, permitiéndoles mantener mayor orden en sus pagos, ampliar el plazo del crédito y/o, de requerirlo, obtener un préstamo adicional.

Si bien desde hace casi dos décadas se comparte la información positiva de todos los deudores del sistema financiero, a través de la central de riesgos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) -permitiendo a cualquier entidad del sistema identificar a aquellos clientes de otras entidades que tienen historial de haber pagado puntualmente las cuotas de sus créditos-, es recién cuando se prohíbe el cobro de una comisión, gasto o penalidad por realizar pagos anticipados totales o parciales del crédito, que la modalidad de compra de deuda ha comenzado a expandirse[1].

A la fecha, no se cuenta con información precisa de las compras de deuda; no obstante, estas han sido estimadas a partir de la información de la central de riesgos, identificando las migraciones de los saldos de deuda de una entidad a otra. En el gráfico N° 1 se presenta dicha estimación para los segmentos de crédito hipotecario y de consumo en los últimos cuatro años. Estos segmentos han sido los más activos en compras de deuda, pues en el segmento de la micro y pequeña empresa (MYPE) estas serían aún bastante reducidas.

Gráfico N° 1
Estimación de compras de deuda
        Hipotecario
Consumo*
* En el caso de los créditos de consumo, los desembolsos por compras de deuda fueron estimados asumiendo que (i) el deudor no registra después saldo en la entidad de origen (barras azules); (ii) el deudor mantiene cierto saldo en la entidad de origen (barras azules más blancas).

 

En el último año (octubre 2020 - setiembre 2021), las cifras estimadas muestran un importante crecimiento de las compras de deuda en los segmentos de crédito hipotecario y de consumo, tanto en monto como en número de deudores, luego de un periodo de menores compras en los primeros meses de confinamiento por la pandemia. En un contexto en el que resulta más difícil colocar créditos de buena calidad, porque la demanda de crédito se ha reducido debido al menor crecimiento económico y la mayor informalidad en la economía, la compra de deuda se vuelve un producto atractivo para las entidades financieras que cuentan con liquidez suficiente y buscan mantener controlado el riesgo crediticio de su portafolio.

Como se observa en el gráfico N° 1, los desembolsos mensuales por concepto de compra de deuda de créditos hipotecarios fueron estimados en alrededor de S/ 98 millones mensuales durante el periodo setiembre de 2017 - marzo de 2020; no obstante, desde marzo de 2021, se observa que el dinamismo de las compras se habría recuperado e, incluso, expandido con respecto al periodo pre pandemia. De esta manera, entre octubre de 2020 y setiembre de 2021, los desembolsos se encontrarían en alrededor de S/ 250 millones mensuales, habiendo alcanzado un total de S/ 2,960 millones en los últimos 12 meses. Asimismo, el número de deudores que migró su crédito hipotecario a otra entidad ha sido estimado en alrededor de siete mil en los últimos 12 meses, lo que representa alrededor del 3% de los deudores hipotecarios, y lo ha hecho, mayormente, entre uno y tres años después de haber recibido el desembolso de su crédito hipotecario original.

En el caso de las compras de deuda de créditos de consumo, estas fueron estimadas en alrededor de S/ 232 millones mensuales como mínimo entre setiembre de 2017 y marzo de 2020, registrando una significativa reducción durante la pandemia. Posteriormente, en 2021, se recuperaron en línea con la reactivación gradual de las actividades económicas. Por su parte, el número de deudores, que alcanzó su nivel máximo en febrero de 2020 (18.8 mil deudores), se redujo, significativamente, en los meses de confinamiento, para luego incrementarse hasta situarse en alrededor de 13.5 mil personas en los meses de agosto y setiembre, nivel menor al alcanzado en el año previo a la pandemia.

De acuerdo al análisis realizado, el grupo de deudores que trasladó su deuda a otra entidad se habría beneficiado con una disminución promedio de tasas de interés de dos puntos porcentuales, en el caso de los deudores con créditos hipotecarios, y de 23 puntos porcentuales, en el caso de los deudores con créditos de consumo. El gráfico N° 2 presenta la comparación de las distribuciones de las tasas de interés de los siete mil deudores hipotecarios y de los 106 mil deudores de consumo que habrían trasladado su deuda a otra entidad en los últimos 12 meses, antes y después de la compra de su deuda.

Es importante mencionar que, al ser las tasas de interés de los créditos hipotecarios menos dispersas y en promedio bastante menores que las tasas de interés del segmento de consumo, la disminución de las tasas de interés que se obtiene en el segmento hipotecario, como consecuencia de la compra de deuda es menor (dos pp. versus 23 pp.), aunque se observa un claro desplazamiento de la distribución de tasas hacia la izquierda.

Gráfico N° 2
Distribución de tasas de Interés por compras de deuda*
        Hipotecario
Consumo**
Nota: Considera las compras de deuda en el periodo comprendido entre octubre de 2020 y setiembre de 2021.
*Si el cliente consolidó deudas de varias entidades, se consideró la menor tasa de interés del deudor en estas entidades.
**En el caso de los créditos de consumo, se aisló cualquier posible efecto del tope de tasas que rige desde mayo de 2021 sobre la distribución de tasas de interés; por tanto, las tasas por encima del máximo establecido por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) corresponden a compras de deuda entre octubre de 2020 y abril de 2021.

 

En resumen, si bien la compra de deuda constituye una modalidad de crédito que le permite a una entidad financiera crecer atrayendo a buenos clientes de otras entidades y así mantener la calidad de su portafolio crediticio, también beneficia a esos prestatarios buenos pagadores porque les permite lograr una reducción de sus tasas de interés, ordenar sus pagos y hasta obtener un nuevo financiamiento.

Cabe mencionar que los beneficios que logran las entidades y los prestatarios, a través de la competencia que genera las compras de deuda, también podrían lograrse a través de políticas apropiadas para retener a buenos clientes. En efecto, las entidades financieras podrían revisar si sus políticas para ofrecer mejores condiciones crediticias a sus clientes con mejor perfil de riesgo son las adecuadas, ya que la consecuencia de la compra de deuda es la pérdida de buenos deudores en la entidad de origen.


[1] El Código de Protección y Defensa del Consumidor del año 2010 y el Reglamento de transparencia de información y contratación con usuarios del sistema financiero (reemplazado por el Reglamento de gestión de conducta de mercado del sistema financiero) reconocen el derecho a efectuar pagos anticipados o prepagos en forma total o parcial, sin que le sean aplicables comisiones, gastos o penalidades de algún tipo o cobros de naturaleza o efecto similar.



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