En el marco de la Semana de Prevención del Lavado de Activos, organizada por la UIF, experto Guillermo García Orué de Paraguay recomienda a las empresas adelantarse, auditar sus sitios web, políticas y procedimientos, e identificar sus debilidades
Lima, 29 de octubre de 2025.- El uso de las nuevas tecnologías por parte de la criminalidad organizada se ha convertido en uno de los mayores desafíos en la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo (LA/FT).
“Así como nosotros hacemos un uso intensivo de la inteligencia artificial (IA) para nuestras labores cotidianas, los delincuentes también lo están haciendo”, advirtió Guillermo García Orué, especialista en prevención de LA/FT y compliance del estudio García Orué de Paraguay, durante su participación en la Semana de Prevención del Lavado de Activos, organizada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
En su exposición, García Orué analizó el uso indebido de las nuevas herramientas tecnológicas por parte de grupos criminales. Este es el caso de IA generativa, que permite crear textos, imágenes o códigos sin necesidad del apoyo de un profesional con experiencia. Al respecto, precisó que si bien las herramientas más conocidas, como Gemini o ChatGPT, poseen mecanismos de autorregulación y límites éticos sobre los usos permitidos, existen versiones liberadas de estas tecnologías que pueden ser explotadas con fines ilícitos.
También advirtió sobre el crecimiento de los deepfakes —contenidos falsos creados mediante IA que combinan imágenes, voz o video— cuya autenticidad resulta cada vez más difícil de verificar.
Como ejemplo de uso malicioso, mencionó el uso de la IA para campañas de phishing hiperpersonalizadas y automatizadas para generar estafas a gran escala; los deepfake utilizados para la suplantación de identidad, fraude bancario y manipulación de deudas con fines de extorsión; y el uso de IA para automatizar fraudes y analizar puntos débiles en políticas institucionales o sitios web financieros.
De otro lado, se refirió a las tecnologías específicas y vectores de uso en el crimen organizado. Un vector de uso de IA es una forma de que esta herramienta sea utilizada de manera indebida o aprovechada por actores ilícitos.
Entre estas mencionó a la generación automática de contenido falso (texto, imagen, audio, video) para manipular o engañar; la suplantación de identidad mediante deepfakes para abrir cuentas o evadir políticas de conocimiento del cliente; la automatización masiva de ataques (uso de IA para escalar fraudes, reducir costos y detectar patrones vulnerables); y la manipulación de documentos y credenciales mediante IA.
García Orué expresó además su preocupación por el uso de la IA como una suerte de “auditor inverso”, ya que los delincuentes pueden utilizarla para evaluar las políticas y procedimientos internos de las instituciones, detectar brechas de control y simular auditorías internas con el fin de explotarlas.
“Conscientes de hasta qué punto nuestras vulnerabilidades pueden ser aprovechadas por los delincuentes, debemos estar más atentos que nunca. Es fundamental anticiparnos, auditar nuestros sitios web, políticas y procedimientos, e identificar las debilidades que los criminales están buscando”, concluyó.