El año 2020 estuvo marcado por una crisis sanitaria sin precedentes, ocasionada por la pandemia del Covid-19, que afectó a todo el mundo. Las medidas de aislamiento, decretadas por el Gobierno para contener el crecimiento de los contagios, paralizaron las actividades productivas en diversos sectores económicos del país, generando pérdidas e impactando los ingresos de los hogares y empresas, situación que afectó también al sistema financiero.
Si bien las colocaciones del sistema financiero[1] aumentaron en 12.9% en 2020, esto se debió, principalmente, a los créditos otorgados en el marco de los programas de apoyo lanzados por el Gobierno. A través de Reactiva Perú y el Fondo de Apoyo Empresarial a la pequeña y microempresa (FAE-MYPE) se desembolsaron créditos por S/ 58 mil millones a diciembre 2020, con el objetivo de evitar el rompimiento de la cadena de pagos y que las empresas accedan a tasas de interés más competitivas. Sin estos programas, las colocaciones del sistema financiero se habrían contraído en 4.9%.

Si bien los programas del Gobierno permitieron que el flujo de créditos al sector real de la economía no se detenga, las menores tasas de interés a las que fueron desembolsados repercutieron en los ingresos de las empresas financieras.
Como parte del impacto de la pandemia del Covid-19 en el sistema financiero, el resultado agregado se vio severamente afectado el año pasado. Así, la utilidad neta ascendió a S/ 1,906 millones, lo que representó una reducción de 81% respecto al año previo. Este retroceso respecto a los resultados de 2019 se explica, principalmente, por el incremento en 97% del gasto de provisiones (principalmente voluntarias) para hacer frente al mayor riesgo de la cartera de créditos y por la reducción de 9.7% en los ingresos por intereses ante la disminución del saldo de los créditos de consumo y las menores tasas de interés de los nuevos desembolsos. Otro factor que también explica –en menor medida- este resultado fue la reducción en 14% de los ingresos por servicios financieros, producto de las menores comisiones por los servicios bancarios.
A nivel agregado del sistema financiero, el mayor gasto de provisiones fue compensado, parcialmente, por la reducción de los gastos administrativos (personal y servicios recibidos de terceros) en 6.3%, así como por la reducción de los gastos por intereses en 18.2%, debido a la disminución de la tasa de interés de los depósitos, los programas del Gobierno y las inyecciones de liquidez del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP)[2]. Es decir, como porcentaje de las colocaciones, los costos totales se mantuvieron similares respecto a 2019 (aumentó de 11.1% a 11.3%).

El importante incremento en el gasto de provisiones (S/ 7.5 mil millones en 2020) se debió, en parte, a que las entidades del sistema financiero fueron constituyendo de manera prudencial provisiones voluntarias desde el inicio de la pandemia, anticipando potenciales pérdidas crediticias ante la crisis económica. A diciembre 2020, el sistema financiero mantuvo provisiones adicionales a las requeridas regulatoriamente por S/ 7.7 mil millones, con lo que el ratio del saldo de provisiones respecto a la cartera de créditos pasó de 5.1% en 2019 a 7.5% en 2020.
De este modo, la contracción de los resultados netos del ejercicio generó una importante reducción en la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) del sistema financiero, que pasó de 17.7% en el 2019 a 3.1% en el 2020. Por tipo de entidad, el comportamiento fue similar; pero en el caso de las financieras y las cajas rurales de ahorro y crédito (CRAC), la rentabilidad promedio fue negativa. De las 54 entidades del sistema financiero, 24 obtuvieron pérdidas en 2020. En el 2019, este número fue de 12 entidades (de un total de 53).
Pese al choque ocasionado por la pandemia del Covid-19, el sistema financiero en su conjunto se mantuvo resistente en el 2020. La declaración del estado de emergencia nacional lo encontró en una posición solvente, que sumado a las medidas que tomó la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) para que las entidades financieras realicen reprogramaciones de créditos así como que otorguen créditos con garantías de los programas del Gobierno sin mayores cargas de capital, así como al fortalecimiento patrimonial que se fue dando (principalmente capitalización de utilidades, pero también aportes de capital y emisión de deuda subordinada), le permitieron afrontar el primer año de la crisis. Así, el ratio de capital global promedio del sistema financiero se incrementó de 14.7% a diciembre 2019 a 15.6% a diciembre 2020, situándose por encima del requerimiento mínimo legal de 10%.
Perspectivas
Si bien la economía está dando muestras de una recuperación, aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar los niveles de PBI anteriores a la pandemia, por lo que el sistema financiero seguirá enfrentando grandes retos en este año 2021, en la medida que se mantenga la incertidumbre sobre la evolución del Covid-19 y se vayan revelando pérdidas de los portafolios más afectados. En este contexto, se espera que las entidades financieras continúen implementando políticas para su fortalecimiento patrimonial, que les permita estar mejor preparadas para enfrentar los potenciales riesgos en el futuro próximo.
Finalmente, cabe indicar que la ley, recientemente aprobada, de establecimiento de topes a las tasas de interés para préstamos perjudicaría, principalmente, a las entidades financieras que se especializan en atender a los segmentos de menores ingresos, lo cual afectaría su sostenibilidad. Adicionalmente, estos segmentos de la población se quedarían sin poder acceder a una fuente de financiamiento formal, frenando el proceso de inclusión financiera.
[1] Considera bancos, financieras, cajas municipales, cajas rurales y Edpyme.
[2] El BCRP disminuyó su tasa de interés de referencia de 2.25% a 0.25%, además de ampliar y flexibilizar las condiciones y características de los instrumentos de inyección de liquidez que maneja, como las operaciones de reporte, para incluir repos de créditos con garantía del Gobierno y con reprogramaciones de carteras de créditos.